miércoles, 28 de agosto de 2024

Imágenes de Puentes Imposibles: II Un Libro

 Imágenes de Puentes Imposibles:

II

Un Libro.

Agosto del 2024.

El libro llegó unos días antes.  En ese entonces las jefas y jefes zapatistas estaban en una reunión.  Analizan, valoran, proponen.  El tema es el común.  Ojalá y el Subcomandante Insurgente Moisés algún día les haga saber el resultado del balance.  O sea, cómo va todo esto del común en tierras zapatistas.

  El asunto es que estaba yo preparando una plática que me tocaba dar.  Y entonces llegó el libro.  Sólo lo hojeé.  Está en una lengua que desconocemos, que desconozco, y que, después de investigar, supe que era “esloveno”.  Supongo que hay una edición en inglés (se adivina en el índice), pero a nosotros nos mandaron la edición en “esloveno”.

  Llevé entonces el libro a la reunión y se los mostré a los jefes y jefas.  Les pregunté por qué o qué había pasado para que su palabra, como zapatistas, apareciera en un idioma que, hace más de 30 años, ni siquiera sabíamos que existía.

  Esperé unos segundos y seguí: “yo les voy a decir por qué.  Y les voy a contar una historia.  Su historia de ustedes.  La historia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.”

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  Al terminar la plática y en la hora del pozol, se arremolinaron en torno al libro.  Les pregunté qué decía el libro.  Sonriendo respondieron que no sabían.  Les dije: “Qué tal que nos están insultando y nosotros sin saber, porque no entendemos esa lengua”.  “No lo creo”, replicó uno de ellos, parte de la delegación, “porque nos invitaron y ni siquiera nos conocen, nos alimentaron, nos hospedaron en sus lugares de ellos y nos mostraron lo que es su lucha.  Nos enseñaron, pues.  Entonces quiere decir que nos respetan, así como nosotros los respetamos a ellos.  No creo que en este libro estén mal hablando”.

  Una compañera, también delegada, miraba fijamente el libro.  Lo tomó en sus manos y me dijo, con mirada retadora: “oí capitán sup, claro te digo que no entendemos su palabra que está aquí escrita.  Pero lo sabemos y entendemos su lucha porque estas personas nos lo mostraron.  O sea que lo vimos y lo aprendimos.  Así que no importa su lengua de esas personas, lo que importa es lo que son.  Y lo que vimos es que son personas luchadoras.”

  Otro compa interviene: “y son como nosotros los pueblos zapatistas, porque no les importa si eres de “otra” planeta, lo que vale es que luches contra la Hidra.  Porque “la” sistema no se fija qué lengua hablas, sino que como quiera te explota, te reprime, te roba, te desprecia.”

  Una compañera no ha dejado de reír.  Me dice: “cómo crees, capitán sup, si nos recibieron bien bonito, con cantos y cohetones.  Se miraba claro que estaba muy feliz y contento su corazón”.

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  “Resulta que cuando llegamos en ese lugar teníamos miedo, pena. Teníamos miedo de hablar.  Porque vimos que son muy diferentes la gente de allá.  O sea, me refiero que son muy altos y nosotras chaparritas.  También ellos son hueros y nosotros de piel oscura.  Lo que si nos costó más es que no hablan el castellano, más que hablan su idioma.  En el momento que nos tocó dar la plática, como nos tocó con otro equipo de compas, ahí nos animaban los compas para empezar a dar la plática y sí empezamos.  Aunque la verdad si nos costó, porque cuando estábamos explicando, el traductor nos paraba cada rato porque tenía que traducir cada parte. Así fuimos acomodando.  Teníamos que hablar cachito por cachito para que se pueda traducir bien y completo. Y el traductor hay palabras en castilla que no entiende.  Nosotras teníamos que estar muy pendientes y concentradas para no perder en la cabeza lo que tenemos que explicar.   O sea que son diferentes en todo, pero son como nosotros en la lucha.”

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  “Es en Los Balcanes”, me aclaró antes el Subcomandante Insurgente Moisés.  “Ellos no se organizaron como países para la Gira por la Vida, sino por toda una zona que así le dicen de los Balcanes.  Bien organizados estaban.  Como no reconocen fronteras, entonces no están peleando que si tú eres de tal país o de tal modo.  Cuando les estoy platicando del zapatismo, les dije que nos acusaron de querer “balcanizar” el país.  Y entonces aplaudieron y gritaron.  Ya luego entendí que para ellos esa palabra quería decir “unir cuando hay acuerdo”, porque, a pesar de guerras muy fieras, ellos se luchan juntos, pero separados.  Se unen en la lucha contra la división que les ponen los de arriba.  Pero no es que hay quien manda y quien obedece, no.  Se ponen de acuerdo.  Se coordinan pues.  Y también trabajan la tierra.  O sea que también luchan por la vida.  Para nosotros, con el viaje, que sea la Gira, lo que cambió es que antes no sabíamos que hay otros pueblos como nosotros que no se rinden al monstruo y que se rebelan.  Lo de los Balcanes fue un muy buen aprendizaje, porque ellos se unen, pero no pierden su independencia o sea su particularidad.  Cuando hay algo común, entonces rápido se ponen de acuerdo y, sin perder lo que es cada quien, se hacen uno.  O sea que están separados, pero juntos.  Si alguien entenderá lo del común que nos proponemos, son esas organizaciones hermanas.  En la ruta de los Balcanes estaba el todo y las partes.”

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  Sigue el Subcomandante insurgente Moisés: “Como, al igual que el pueblo Saami, no se presentaron como país, me reuní con ellos para ver cómo querían ser nombrados.  Ellos respondieron cosas como esta:”

  Para nosotros, la redacción correcta es la ruta de los Balcanes. Ésta no es (sólo) descripción geográfica, sino principalmente política.

 Durante siglos, los Balcanes han sido el Otro de Europa, la parte salvaje, indómita, incivilizada de Europa: un campo de pruebas de todo tipo de explotación colonial, bélica, capitalista y extractivista, por un lado, y un espacio en el que todos los estereotipos orientalistas de Europa están presentes, proyectado en el otro.

 Ha sido un espacio de grandes conflictos nacionalistas, resultando en muchas guerras, incluida la de los 90 que fue para nuestra generación, nacida en la última década de la Yugoslavia socialista, una experiencia muy formativa cuando éramos niños.

Entonces, cuando nosotros, como anarquistas, antifascistas y antiautoritarios comenzamos a ser políticamente activos, la perspectiva balcánica siempre fue clara para nosotros: la única forma de superar las divisiones nacionalistas y el odio es construyendo los Balcanes desde abajo, conectando cada colectivo y movimiento en ellos. Durante las últimas dos décadas (desde los años de la antiglobalización, la lucha contra las guerras en Afganistán e Irak, y más tarde todas las luchas de trabajadores, estudiantes, solidaridad migrante, feministas, medioambientales, etc., se realizaron a través de los Balcanes.

  No estamos conectados en una organización, más bien, funcionamos como colectivos independientes en cada territorio (conocidos como diferentes estados balcánicos, como Eslovenia, Croacia, Serbia, Rumania, Bulgaria, Grecia, Macedonia, Kosovo, etc.). Tenemos un evento común una vez al año (Balkan anarchist Bookfair), que es un espacio de encuentro y reflexión para todos los colectivos que de otra manera operan en sus propios territorios.  En ocasiones, como en el caso de la visita zapatista, o la ruta migrante en 2015, trabajamos juntos en esta red descentralizada de solidaridad balcánica.

Entonces, en resumen, para nosotros el concepto de Ruta de los Balcanes es un concepto político, y preferimos usarlo, en lugar de hablar de actividades en cada país. La preparación de la visita zapatista se hizo a través de reuniones comunes de todas las coordinaciones nacionales en diferentes territorios, y siempre tuvo ese sentimiento internacional balcánico, para trabajar juntos y crear un espacio común de lucha.

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Vale.  Salud y que los intentos de hegemonía y homogenización no arruinen todo… de nuevo.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.
Agosto del 2024.

Imágenes de Puentes Imposibles: I Un Rábano… (O una cebolla, depende del caso, o cosa, según)

 Imágenes de Puentes Imposibles:

I

Un Rábano…
(O una cebolla, depende del caso, o cosa, según)

Agosto del 2024.

  No, no me refiero a que me importe un ídem lo que digan en contra por defender a su precioso preciso.  Ni de que, como “progresistas”, son rojos por fuera y blancos por dentro. Hablo de un rábano rábano.  De la verdura, pues, que llaman “rábano”.

  Esta pequeña historia empieza en el Viaje por la Vida, capítulo Europa.  Antes de que salieran, le pedí a unos compañeros y compañeras que me mandaran fotos de lo que vieran y les llamara más la atención en los lugares que les tocarían.

  Y en efecto.  Después de las fotos y videos de la salida, de cómo se quedaron inmovilizados en un aeropuerto porque perdieron la conexión (gracias al apoyo del equipo de apoyo), empezaron a llegar imágenes de distintos lugares.

  No, contra lo que se pueda pensar, las fotos no eran de monumentos, sitios turísticos, paisajes, paseos o selfies.  Eran de las cosas que les llamaban la atención, gracias a la importancia que la delegación le daba a quienes eran sus anfitriones: personas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos tan distintos en color, tamaño, raza, lengua, cultura y motivación, que parecía imposible que una misma mirada pudiera abarcarles.  Sin embargo, en la mirada zapatista se unían.  “Nuestra familia de acá”, decían cuando caminaban los suelos de la Europa insumisa, la que no desmaya, la que no se rinde.  Ahora, ya en tierras zapatistas, no es raro escuchar “nuestra familia de allá”.

  Había fotos de animales, de plantas, de las comidas que recibían, de la gente, de las montañas, de los “modos” de las familias de “allá”.

  De entre todas, la que más me llamó la atención fue la foto de un rábano.  Claro que yo, como enemigo a muerte de las verduras, pensé que era una cebolla morada.  Incluso así la catalogué: “foto de cebolla morada”.

  Ya luego, cuando regresaron, la compañera que tomó la foto me aclaró que no era cebolla, sino un rábano.  Con emoción cuenta:

  “Acaso es cebolla.  Es un rábano, pero muy otro.  Es de diferente tamaño y de otro color, pero por dentro es rábano.  O sea que es muy diferente que acá en mi hortaliza, pero es igual.  Y estaba muy bonito el rábano.  Y también siembran puerro.  Que es diferente, pero es igual.  Y lo que me llamó la atención es que cultivan, o sea que trabajan, para darles a otras personas que no tienen comida.  O sea que no es que lo quedan con el fruto de su trabajo, sino que lo comparten con los que necesitan.”

  “Y esas familias de allá, ¿acaso se desaniman?  No, aunque no hay tierra para sembrar, lo buscan el modo.  Por ejemplo, pura piedra y como quiera lo hacen su hortaliza.  Lo que hacen es ir a buscar buena tierra, la acarrean y la ponen sobre la piedra o en macetas.  ¡Y ahí lo tienen su hortaliza!”

  “Yo antes tenía mi hortaliza sólo en la milpa.  Pero en el viaje aprendí que también se puede en la casa.  Entonces también hice hortaliza en el sitio donde vivo.  Y tengo rábanos y puerros.  Son diferentes a los de la familia de allá, pero son iguales.”

  “No, que no es cebolla, es un rábano.  El lugar se llama “Bulgaria”, capital del país que se llama “Sofía”.  Le corregí entonces y ella sólo dijo “es lo mismo”, y siguió:

  “Habíamos estado antes en una geografía que se llama “esloveña” y ahí también aprendimos de sus modos de cómo son y cómo luchan.  En Francia nos tocó quedar abandonadas.  Y mientras nos tocó quedar en la casa de una compañera que no hablaba nada de español, y yo pues hablo cho´ol así que mi español es muy otro.  Mi equipo era de puras mujeres, tzotzil, tzeltal y cho´ol, y nuestro trabajo era dar plática de como mujeres que somos.  Entonces nos había acompañado una ciudadana de México que se tuvo que regresar a su casa.  Y cuando se fue nos dijo “no se preocupen, aquí les voy a instalar una aplicación que traduce.  Ustedes sólo le hablan al celular y ya el celular lo escucha, lo traduce y lo habla en la lengua que le digan”.   Pero tras que el celular no entiende el “espa-cho´ol”, ni el “tzotsi-ñol”, ni el “tzelta-ñol”, entonces traducía otra cosa diferente a lo que queríamos decir.  Y la compañera que nos daba posada, pues nomás se reía.  Y sufrimos un poco bastante, porque queríamos ir al baño y no sabemos dónde es.  Y no sabemos cómo decirle a la compañera.  Y ni modo de hacernos ahí frente a ella.  Pero con señas entendió y ya nos mostró dónde es.”

  “Es que no llegó el equipo que nos va a llevar a otro lugar.  Y nosotras, porque éramos varias compañeras que quedamos botadas ahí, pensamos si ya nos vamos a quedar ahí toda la vida.  Y luego, pues no sabemos mero el modo de esa geografía.  O sea que sufrimos.  Pensamos si ya vamos a morir y estamos tristes porque ahora quién va a cuidar la milpa y los animalitos.  Pero entonces pensamos que no hay problema, porque seguro los compañeros zapatistas van a ver de cuidar.  Pero ya luego nos encontraron y nos rescataron, y ya”.

  “Estábamos organizadas, como de por sí.  Entonces pues hacía mucho frío y está oscuro, y en la casa de la compañera de Francia no tienen luz.  O sea, no tiene luz de la ciudad, sino que tiene su propia luz.  Tiene su luz aparte.  Entonces prendimos las luces de la casa y, mientras unas preparábamos el desayuno, otras están viendo de calentar agua para bañar.  Y tras que entonces empieza a sonar una alarma muy fuerte y salimos corriendo porque pensamos que la casa va a explotar.  Corrimos a buscar a la compañera, que ya es de edad y siempre está sonriendo, y le contamos de la desgracia.  Pero ella mucho se reía y luego, con el traductor, nos explicó que no se puede todo al mismo tiempo.  Que cada cosa a su tiempo.  Nos reímos también.  Pero antes íbamos a morir del susto.”

  “Esa compañera vive sola.  No le da miedo.  No vive en la ciudad.  Ella prefirió vivir en la montaña.  Y ahí lo tiene su casa, en medio de la montaña.  Está en una organización que lucha en contra de los centros nucleares.  Y ahí tiene sus compañeras de lucha.  O sea que está sola, pero no.  También está acompañada”.

  “No puedo decir su nombre de la compañera porque no sé si es su nombre civil o de lucha, entonces pues no.  Y sí tenemos fotos de ella, pero no podemos publicar porque antes hay que pedirle permiso, o sea si autoriza.  Y entonces hay que usar el traductor y mandar hasta su casa, pero no tiene señal de celular ahí.  Pero sí cuéntalo la historia.  De repente sus compañeras lo leen y le cuentan a ella cuando la vean.”

  “Ella nos pidió que dejáramos nuestra huella como pintura en unos como costales.  Para acordarse de nosotras, dijo.  Nosotras le pusimos “Gracias.  Los llevamos en nuestros corazones”.  Y es cierto, esa compañera nos dejó huella con su corazón.  La verdad es que sí nos hallamos con la compañera.  O sea que sí estábamos perdidas, pero no.  Porque con esa compañera nos hallamos”.

  “No, acaso estamos pensando del marido o el novio.  No, ni nos acordamos.  Lo que extrañábamos era la milpa y los animalitos.  Pero no lo vayas a publicar eso, porque yo a él le dije que sí lo pensé mucho”.

-*-

  Odio decirlo, pero parece que la verdura es la política por otros medios.

Vale.  Salud y, como no dijo Lenin, la calabaza es el enemigo principal.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.
Agosto del 2024.

viernes, 23 de agosto de 2024

¿EL ALEPH MAYA?

 ¿EL ALEPH MAYA?

Agosto del 2024.

  La tolvanera que levantaban se podía ver desde lejos.  Como esas trombas donde el viento se persigue a sí mismo e, incapaz de lograrlo, arrasa con lo que encuentra, lo alza a las nubes y lo arroja de nuevo al suelo.

  “La tormenta”, pensé.  “O algo peor”, volví a pensar.  “¿Algo peor?”, reflexioné.

  “Sólo que se tratara del triple T, el terror que hizo parecer las luchas de la WWE como si fueran pactadas de antemano (¡oh! ¿lo son? No les digo, si ya no hay valores, oiga), el… ¡Comando Palomitas!” (para quien no conozca al Comando Palomitas, está formado por la Verónica, la Cintia y el Chuy, ahora de 7 años; el amado Amado y el Chinto ahora de 12 años).

  Y tal cual, como respondiendo a un conjuro diabólico…

  La primera que apareció fue la Verónica quien, después de escudriñar la champa entera con un vistazo en modo panorámico que olvídate del IOs 77.7, avisó a los demás “no hay galletas”.  Así que, ya desanimados y perdido el impulso inicial, fueron entrando el Chinto, la Cintia, el Chuy y el amado Amado.  Los seguía su escolta, formada por los perritos que pueblan las posiciones zapatistas.  Ah, y varios gatos, gato naranja incluido.

  El incómodo silencio producido por la carencia de galletas fue roto por el amado Amado quien, mintiendo, dijo: “No importan las galletas, cuéntanos un cuento”.

  Sin esperar a que yo accediera, el Comando Palomitas fue tomando posiciones estratégicas en la champa, con una táctica digna del mejor comando terrorista o antiterrorista -es lo mismo-.

  Acorralado y viéndome superado en número y capacidad de fuego (bueno, en realidad era capacidad de agua, la Verónica y la Cintia portaban las pistolas de juguete que, en mala hora, les di hace tiempo), no tuve más opciones.  Así que inicié con…

La historia del lugar que tiene todos los lugares

  Fue antes de que los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, aparecieran.  Lo cuenta Ixmucané, quien ya estaba cuando nadie estaba.  Cuenta que había, hace muchos tiempos, un lugar donde estaban todos los lugares.  Todo en el mismo lugar y al mismo tiempo.  Y en ese lugar de todos los lugares, todo era y, al mismo tiempo no era.  O sea que el lugar era todos los lugares, pero no cada lugar individual.  Cada lugar tenía su modo, era diferente, distinto, muy otro.  Pero al mismo tiempo era parte de todo el lugar.

  Todo era terrible y maravilloso.  Cada parte era el todo y era en sí misma sin perder su individualidad y su colectividad.  Y se echó a perder por su culpa de los dioses más primeros, los que nacieron el mundo, porque, machitos al fin y al cabo, empezaron a pelear por quién más y quién mejor.

  De ahí nacieron las Olimpiadas, los patrocinios y los anuncios de apología del crimen de Nike – que podrían ser el lema de un Cártel, una organización terrorista o un Estado ídem, o diseñados por el jefe de campaña del Trump-.  Porque para esos anuncios se necesitan dos cosas: un criminal que los diseñe y un grupo de víctimas que diga “¡Qué buenos anuncios!”

  La mirada colectiva de reproche del triple T Comando Palomitas me llamaron a la cordura.  Así que entendí que me estaba desviando del tema.  Di una bocanada a la pipa rota y retomé el relato:

  “O sea que las partes no competían quién más o quién mejor.  Pero los dioses varones más primeros, los que nacieron el mundo, eran hombres pues.  Así que empezaron a competir.  Y cada uno agarró, como quien dice, su parte.  Y le empezó a dar para que fuera más y mejor que las otras.  Y empezaron las malhabladas y las malmiradas.  “Ya viste que esa parte de allá es, no sé, como muy oscura y muy doble”, maldecían unas.  “Y esa otra tan pálida y flaca que parece que no tomó su pozol”, murmuraban otras.  “Y eso de más allá, de plano no se sabe qué es”, coincidían más.  Y no terminó ahí, las más fuertes atacaron a las más débiles.  Y entonces hubo quien tenía más y quien tenía menos.  Y se olvidó que las que tenían más, era porque les quitaron a otras”.

  El asunto es que empezaron a dividirse y a pelear entre sí, ante la desesperación de Ixmucané, quien hacía lo posible porque cesaran las peleas.

  Fue inútil.

  Así que los hombres y mujeres y otroas que crearon los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, salieron con esa falla.  O sea que quieren competir para ver quién más y mejor.

  Pero la Ixmucané algo rescató, y sembró en todos los seres vivos el recuerdo de ese lugar con todos los lugares.  Pero no alcanzó a sembrar bien la semilla y quedó enterrada muy profundo en el alma de cada ser vivo.

  Por eso, al nacer las crías lo hacen con el recuerdo de ese lugar con todos los lugares.  Por eso es el primer llanto, el más doloroso, el que provoca la ausencia.  Y es cuando van creciendo que se les va olvidando esa maravilla, sepultada por los años y los golpes y caídas que llaman vida.

  Y así fue como nacieron las redes sociales.  Tan tan.”

  El Chuy interrumpe: “Oí Capitán Sup, ¿a poco había celulares en ese tiempo?”

  “Es un cuento, sonso”, le aclara la Verónica con un zape.

  El Chuy le reenvió el zape a la Cintia.  La Verónica, en lo que llaman sororidad, se lanzó en defensa de la Cintia.  El amado Amado y el Chinto trataban de detener la trifulca, pero la Verónica ya estaba en modo “tzotz” (ataque 100, daño 100, consecuencias 0) y le mordía el tobillo al Chuy.  La Cintia quiso demostrar su valía y también mordió, pero el brazo del Chinto (ataque 100, daño -1).  El amado Amado quiso apartar a la Verónica y le tocó una patada del Chuy, que estaba en modo “demonio de Tasmania” (ataque 100, daño 100 pero, repartido entre los presentes, 20 -porque él mismo se dio un puntapié-).

  La escolta de canes y felinos contemplaba la escena con mirada de reprobación, como diciendo “Hasta parecen perros y gatos”.

  Se desató así el caos.  Y en ese momento terrible y maravilloso, todas las peleas infantiles convergieron en un instante.  Todas las peleas eran una sola pelea y, simultáneamente, eran cada pelea particular.  Hagan de cuenta que una tromba nace en un espacio de 3 por 4 metros con techo de lámina y paredes mitad de block y mitad de tablas.

  Pero en eso, algo sucedió: en la puerta de la champa apareció un enlace y declaró: “Pregunta el SubMoy si alguien va a querer paletas de helado porque está un tiendero móvil en el Puy”.

  Salió en tropel el Comando Palomitas, montó con habilidad sus respectivas bicicletas, y se dirigió al Puy.  Detrás salió la escolta canina-gatuna.  Todos se fueron.

  Bueno, no todos.  Sentado y mirándome con complicidad, estaba el Tragón.  Entonces, pues, saqué las galletas prohibidas.

  Mientras, departía yo con el Tragón, intercambiando galletas y reflexiones sobre el Aleph borgiano de esta manera:

  “Antes de nacer conocemos el Aleph borgiano.  Desde la primera bocanada de ese aire enrarecido que llamamos “vida”, empezamos a olvidar.  El aferrarse a la niñez es porque se intuye que algo terrible y maravilloso la antecedió.  El olvido metódico del vértigo de muchos mundos conviviendo en uno solo, es el origen de la intolerancia, el racismo, el desprecio… y las redes sociales.

  Ergo: cuidad a la niñez, es lo más cercano que estaréis del Aleph.  Y cuidad de la vejez porque es lo más cercano que estaréis de la comprensión de la inutilidad de ese olvido llamado vida.  Su aparente distracción, sus olvidos, no son sino la intuición de un recuerdo de antes de la memoria.  El Aleph Maya es la confirmación de la más implacable sentencia: como individuos aislados somos del todo prescindibles, pero como parte del todo somos necesarios.”

  El Tragón abandonó el debate cuando se acabaron las galletas y se fue a perseguir un carrito de paletas y helados.

  Lo dicho: soy un incomprendido.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.

Agosto del 2024.

P.D.- ¡Ah!, son tan previsibles.  Bastaron unas líneas en una posdata para ponerlos histéricos.  Hasta en eso son iguales.  Y eso que apenas estamos “recomenzando”.  Por lo pronto, con su reacción “jalaron” muchas miradas hacia acá.  Lástima que ya van de salida, les vamos a extrañar.

 

 

Anuncio de la marca “NIKE” (de artículos deportivos), trasmitido en la televisión nacional durante las olimpiadas de 2024, en los horarios de los noticieros “estelares” -con subtítulos en español-.  “Creo que soy mejor que el resto.  Quiero lo que es tuyo y no devolvértelo.  Lo mío es mío y lo tuyo también es mío.”  Qué tal, ¿eh?  Todo un programa de gobierno, ¿no?  Eso o la columna vertebral del “Proyecto 2025” de la Heritage Foundation en USA.

jueves, 22 de agosto de 2024

Una Idea Genial

 Una Idea Genial

 

Agosto de 2024.

  Hice mi primera captura de pantalla.

  No están ustedes para saberlo, ni yo para dárselos a conocer, pero he triunfado en la ardua y vertiginosa carrera tecnológica.

  Después de 6 meses 6 de agotadora investigación, estudios y prácticas desgastantes, solo, sin más ayuda que 453 videos tutoriales, pude hacer una captura de pantalla.  Lo sé, parece increíble.  Pero no crean que me conformé, ahora me propongo encontrar dónde rayos quedó guardada la captura de pantalla.  Luego averiguar para que sirve una captura de pantalla.  ¿Después? … ¡el mundo!

  Bueno, de ahí que, animado por este gran logro, me dediqué a incursionar en el mundo de las aplicaciones digitales (que los veteranos llamamos “apps”), y así surgió la idea que ahora les refiero:

  Se trata de una idea para el tránsito tan cacareado hacia un capitalismo humano (o a “limarle las puntas al neoliberalismo” -según la 4T-):  Una nueva aplicación digital que se llamaría “OnlyHaters”.  En ella usted, dama, caballero, otroa, podría insultar a placer al villano o villana de su preferencia a cambio de un precio razonable.  Claro, habría cuenta premium donde el receptor se compromete a leer su mensaje o ver su video (si tiene usted más recursos).  ¿Se imaginan?  Casi cualquier personaje de la política y del capital se haría millonario.

  El futuro secretario de educación, en México, ya no tendría que vender candidaturas al cártel más cercano a su corazón.  El Supremo se retiraría con su sustento asegurado y le alcanzaría para crear su propio podcast mañanero (que es lo único que hizo en casi 6 años).  Trump no tendría que recurrir al fraude fiscal para financiar su campaña y sus empresas.  Biden-Harris no tendrían que hacer ofertas de temporada a las grandes corporaciones para la guerra de conquista en Palestina.  Le Pen y Macron no tendrían que esconder su afinidad ideológica.  El PSOE y el PP podrían al fin salir del closet y abrazarse en público.  Milei no tendría que ponerse histérico cada vez que dice algo ni poner cara de estreñimiento agudo.  Lula, Petro y Boric podrían pagar su suscripción a los canales de tv del imperio Murdoch (Fox) sin necesidad de convertirse en sus voceros (y, por favor, que alguien les diga que ésos a quienes quieren agradar serán los mismos que mañana los lapidarán en lo mediático).  Netanyahu no tendría que cometer crímenes de guerra para sostenerse en el gobierno.  Zelenski encontraría un cauce honorable para su capacidad histriónica.  Putin podría dedicarse a montar osos.

  Y claro, yo, el Capitán, no tendría que atender mi taller de bicicletas eléctricas (que se llama, por supuesto, “Mi Abuelita en Bicicleta”) para poder adquirir las obras completas de Arturo y Carlota Pérez-Reverte, Javier Marías y Arthur Conan Doyle (antes de que empiecen con sus juicios, sentencias y condenas de corrección política, “sensibilidad de género” y lo que esté de moda, permítanme avisarles que me cago en sus tribunales, los morales y los otros).

  No sé, piénsenlo.  Así ya no se explotaría la fuerza de trabajo humana, sólo los sentimientos de rechazo, odio, intolerancia, racismo, homofobia, misoginia, fanatismo, etc.  Lo más ruin de la especie humana sería fuente de riqueza.

  Oh, olvídenlo: para eso ya existen las redes sociales.

  Nah, también hay videos de gatitos y perritos (¡aww!)

  En fin, como le responde Don Francisco de Quevedo a un otro Capitán, veterano de los Tercios de Flandes: “No queda sino batirnos, pese a todo. Contra la ignorancia, la estupidez, la maldad, la superstición y la envidia”.  Ya después el autor agregará: “la apatía, la incultura, la insolidaridad, la corrupción”.

Vale.  Salud y “Omitir las verdades no es otra cosa que una variedad refinada de la mentira” (Almudena Grandes. Madrid, Estado Español).

Desde las montañas del Sureste Mexicano.


El Capitán.
Mirando el barco sobre la mar y a caballo en la montaña.
México, agosto del 2024.

P.D.- Si alguien, allá afuera, decide capitalizar esta genial idea, triunfar así en el rudo mundo de la era digital, tener un sitio exclusivo en Silicon Valley, codearse con los Arnault, Bezos, Musk, Zuckerberg, Gates, y ser convocado por el Preciso para que opine sobre asuntos que deberían ser de Estado, no olvide “mocharse” con un tanto de paga.  Necesitamos equipar varias salas de quirófano.  Están los “mete cuchillo” fraternales puestos, están los candidatos a cirugía, están los lugares para construirlos, están las jóvenas y jóvenes dispuestos a aprender.  Ya sólo faltan los equipos.  Y la capacitación para su uso y cuidado, claro.

El Viaje

 El Viaje

Agosto del 2024.

  Ah, la adrenalina del Poder.  Es como con la paga: no importa cuánto tengan, siempre quieren más.  Embriaga y crea adicción.  Claro, luego viene la resaca… cuando llega.

  En el largo y complicado viaje del gobernante, cualquiera que sea, lo que importa es el destino.  Y, contra lo que se pueda pensar, el destino no es llegar a algún sitio.  No, el destino es pasar a la historia como el brillante e histórico conductor que es el Supremo.

  Todas las mañanas, enciende el limpiaparabrisas del vehículo que algunos llaman todavía “Nación”.  Aparta así la multitud de insectos y suciedad que se ha adherido al cristal.  Que nada opaque o deforme su visión del camino, ni las letras doradas que habrán de enaltecer la historia patria o, mejor aún, la mundial.

  Que los insectos sean cadáveres y ausencias, no importa.  Que la suciedad sea sangre y las rocas que arroja la realidad, tampoco.  Que nada detenga su avance.

  Y cuando su turno al volante termina, ¿qué queda?

  Porque a nadie parece importarle a dónde conduce esa carretera y, sobre todo, quién es el dueño del vehículo.  Porque ¿no es él quien decide a dónde, con quién, a qué velocidad y con cuáles pasajeros se hace ese viaje?

  Ah, pero siempre habrá peatones de la historia.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.
Agosto del 2024.

P.D. DE BALANCE:

1- No olvidar que Chalco, hace más de 30 años, era la joya emblemática de Carlos Salinas de Gortari y de su programa “Solidaridad”, antecedente intelectual y práctico de los programas de “Bienestar”.  Con lo que ahora se padece en ese lugar, ¿dónde está Salinas de Gortari para dar cuentas?  Los súbditos de hoy, ¿estarán para dar cuentas en las previsibles catástrofes en las que desembocarán sus megaproyectos del “Bienestar”?

2.- Los opositores conservadores fueron “adversarios”. ¿Y quienes se rebelan y resisten al sistema? Ah, ésos sí eran (y son) enemigos.  Merecían y merecen la muerte, el desprestigio y el olvido.  O todo junto.  Por eso el olvido, la impunidad y la ignorancia frente al asesinato del hermano Samir Flores Soberanes y todos los guardianes de la Tierra asesinados, desaparecidos y encarcelados en la llamada “revolución de las conciencias”.

3.- No importa el nombre, es lo mismo.  Basta una mirada serena para entenderlo.  Claro, eso si se quiere entender y no sólo confirmar fobias y filias personales (gratuitas o pagadas).

4.- En el oficialismo no todos son iguales, es cierto.  Los hay criminales impunes, que ya lo eran en el PRI, el PAN, el PRD, el PT y el PVEM antes de brincar al oficialismo; o como el futuro encargado de Educación Pública.  Y los hay quienes son simplemente estúpidos, como el paradójico Marx Arriaga.

5.- El error que se cometió antes del “beneficio de la duda”, se repite.  Quienes nos criticaron por no apoyar y criticar el cambio de piel de la víbora, fueron los más ferozmente atacados por su defendido.  Ahora lo vuelven a hacer, amparándose en que “es mujer”.  Hombre, mujer, otroa, no importa.  Allá arriba está el problema, no la solución.  Si no miran hacia abajo, seguirán tropezando con la misma piedra.  Y eso ya sería patológico.  El oficialismo no busca apoyo, sino complicidad.

6.- Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo, la ignorancia enciclopédica de Vicente Fox, el militarismo y la mecha corta de Felipe Calderón, y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto.  ¿Quién es?  Ah, y la corte de aduladores de todos ellos.  Cambian los presidentes, cambian las nóminas.  Lo del autoelogio y lo chillón, sí es parte del “estilo personal de gobernar”.

P.D. DE DESBALANCE. –

1.- La estrategia de la mal llamada oposición de “no a la sobrerrepresentación”, no busca el inexistente, desde hace décadas, equilibrio de poderes.  Lo que quieren es elevar el precio de venta de sus decisiones en las cámaras.  Lógica de mercado, pues.

2.- La supuesta “defensa” del Poder Judicial no es sino una autodefensa.  Los criminales tienden a unirse cuando se ven amenazados.  Lo que está en juego no es la autonomía de los jueces, sino quien maneja el negocio de la compraventa de la justicia.

3.- Los autores intelectuales de “la unidad opositora” no explican el fracaso.  Los errores los pagan otros, no ellos, así que no hay problema.  La derrota de Bertha demuestra que el asunto no es de género ni de columnas de “especialistas”, sino de aparato.  Y ése ya se los arrebató el oficialismo hace seis años seis.

4.- Se quejaron, se quejan y se quejarán de lo mismo que practicaron por años: la mentira, la calumnia, el insulto, el ninguneo, el escupitajo mediático, el “no presentar pruebas de lo dicho”, el abuso de Poder en medios, el tribunal mañanero.  Y de una plataforma informativa ridícula, como la que han construido en décadas.  Chillones, pues.  En plural.

5.- En serio pensaron que personajes como Alito, los Chuchos y como se llame el presidente del Acción Nacional, ¿serían una opción elegible?  ¿Qué las bobadas de Bertha “jalarían” al electorado joven?

6.- No supieron presentarse como opción de “centro” (no sólo porque eso no existe, pero eso es otro tema), y tampoco como opción de derecha.  Pero no se preocupen, eso de la ideología es eso, ideología.  Y lo que importa es el negocio.  Es decir, la política realista.

  Pues eso.

  Quedaron cosas pendientes en los megabytes, pero ya será luego.  O no será.

El Capitán.

(Continuará…)

martes, 20 de agosto de 2024

ADAGIOS

 ADAGIOS

Agosto del 2024.

  Recomencemos, pues, con algunos aforismos de hace décadas.  Compruebe usted si lo señalado entonces, ayuda o no a entender lo que ocurre ahora.

I

  El objetivo del pensamiento crítico no es encontrar la verdad (y, por lo tanto, construir una nueva coartada para la arbitrariedad en turno), sino cuestionar “verdades”, confrontarlas, desmantelarlas y mostrarlas como lo que son: la opinión idiota de uno o varios idiotas (claro, y de una o varias idiotas -no olvidar la paridad de género -) y con muchos o pocos seguidores.  El pensamiento crítico no es sólo una posición teórica.  Es, sobre todo, una posición ética frente al conocimiento y la realidad.

II

  Eso que llaman “Historia” (así, con mayúsculas) es sólo un cadáver maquillado torpemente por los políticos y sus escribas.  Sin embargo, a la mesa del político en el Poder, no se sienta un esqueleto.  Apenas un espejo.  Se puede embellecer el marco, pero el espejo seguirá reflejando la misma descomposición de la realidad.  La diferencia entre ataúdes no cambia la similitud de su contenido.  Cuando los gobiernos acusan al espejo, por ser cóncavo, de deformar la realidad, pretenden esconder que es su mirada la que excluye las deformaciones.  La misma mirada en la que ÉL es quien todo lo ilumina y colorea.

  La historia pasada, así con minúsculas, no es más que el antecedente de la pesadilla presente.  Hoy se labran la muerte y la destrucción del mañana.

III

  La idea no precede a la materia.  Antes, al contrario.  No es una teoría social o filosófica la que da origen al capitalismo como sistema dominante.  Ni a sus diferentes etapas.  La teoría social es un gigantesco estante de ideas al que acuden las diferentes propuestas políticas en búsqueda de razones que le den sentido a la sinrazón.  Los sistemas dominantes no son sino un mismo cuerpo con ropajes distintos en su presentación, pero iguales en su hipocresía.

  La teoría social de moda es sólo un bestseller momentáneo, que convive con teorías de autoayuda, de cómo ganar amigos (“followers” se dice ahora), y de fundamentaciones de que el fin justifica los medios dependiendo si se trata del conservadurismo o del progresismo (que no es más que un conservadurismo blando).

  Lo que da origen al capitalismo es un crimen.  Y cada etapa de su desarrollo semeja la de un asesino serial: cada vez adquiere más experiencia.  El trabajo de los teóricos oficialistas es embellecer ese crimen con algo de romanticismo, aventura y, claro, frivolidad.

  En teoría social, las más de las veces no se busca entender para revolucionar, es decir, para cambiar las bases materiales, un sistema.  Lo que buscan los “teóricos”, ayer de oposición y hoy oficialistas, es un relevo en la cofradía.  Por eso los aNexos de ayer son los caricaturistas de hoy.  Cambian los nombres y oficios, pero la apología es la misma.  Y, claro, la paga.  La reacción de la derecha ilustrada es la de una pareja despechada, indignada porque se escogió a otros.  Y esos otros, a lo que aspiraban era a ocupar el lugar de los apapachados de ayer.  Comparten la misma anemia intelectual, así que no hay problema.

  El historiador de hoy acomoda la historiografía al gusto del Mandón.  Acude al anaquel de las ideas buscando personajes, sea para construir villanos, sea para construir héroes.  Que ahora se incluyan villanas y heroínas, es una benévola concesión a un feminismo que se conforma con poco o nada.  El mayor temor de un historiador de hoy es encontrar grupos, colectivos o pueblos enteros como responsables de un período.  ¿Quién puede vender un libro con la biografía de un no individuo?  Porque eso es una comunidad.

  El historiador de hoy vende coartadas y es el sustento publicitario de la historieta de cartón piedra del Poder.  Para él, la historia es sólo la escenografía de fondo que adorna su presente luminoso.  El equivalente literario de las escenografías fastuosas sobre los pueblos originarios, son las biografías y las investigaciones cultivadas en los círculos del Poder.  Así los calendarios se ajustan a conveniencia y se convierten en victorias las derrotas de un imperio frente a otro.

  La confusión es tal que hay quien piensa, sostiene y argumenta, que el Imperio Azteca era la panacea de los pueblos originarios antes de la conquista española, que Rusia es la URSS y que China es una geografía con el comunismo como sistema dominante; que el pueblo es sabio si vota Lula, Kirchner, PSOE, Macron, y Harris; e ignorante si vota Bolsonaro, Le Pen, Milei, Trump.  Pocas cosas están tan prostituidas como la “democracia”, pero ninguna es más cara.

  En la desconocida historia de las claudicaciones, quienes callan y maduran (así se enseña en la escuela de cuadros de El Partido), acuden al estante de las ideas para comprar algo que les sirva.  Es inútil: la traición a principios y convicciones es una claudicación, aunque de Poulantzas se vista.  El mote “de izquierda” no cambia la esencia de un hecho: es complicidad con un crimen, el peor de todos: el de un sistema contra la humanidad.

V

  En política no hay muertos, sólo cadáveres reincidentes.

  Como se decía de Pedro Infante: el PRI no ha muerto, vive en el corazón de todos los partidos políticos.  Por eso los políticos profesionales cambian de siglas como de calzones sin ningún problema.  Aunque los calzones siquiera los lavan… o tal vez no.

  No hay diferencia alguna entre políticos progresistas y de derechas, así como no hay diferencias fundamentales entre patrones buenos y malos.  Ambos administran un despojo.

  Las opciones políticas no cambian en sus objetivos (tener el gobierno), ni en su quehacer (servir al Poder económico).  Sólo cambian las coartadas.

VI

  En su etapa actual, el sistema realiza una nueva guerra de conquista, y su objetivo es destruir/reconstruir, despoblar/repoblar.  Destrucción / despoblamiento y reconstrucción / reordenamiento de una zona es el destino de esa guerra.

  El gobierno de Israel no está vengando los atentados de Hamás del 7 de octubre del 2023, está destruyendo y despoblando un territorio.  El negocio no está sólo en la destrucción y el asesinato masivo, estará en la reconstrucción y reordenamiento.  Por eso la evidente complicidad de los Estados Nacionales del mundo.  Cuando las “naciones” envían pertrechos militares a Israel no sólo están apoyando el genocidio contra el pueblo palestino.  Están invirtiendo en ese crimen.  Ya vendrán luego los dividendos de ese negocio.

VII

  No hay destrucciones “buenas” o “malas”.  Cambian las excusas y los colores, pero el resultado es el mismo.  Entre el Tren del Istmo porfirista, el Plan Puebla-Panamá foxista, y el Corredor Transístmico morenista no hay diferencias sustanciales.  Unos fracasaron y el otro también lo hará.  Su objetivo no es el bienestar (como no sea el de los grandes capitales), ni la modernización porfirista del despojo: es simple y llanamente una frontera más de las que ya existen.  Y, como sus pares, también serán horadadas.  Y no por los miles de migrantes, sino por la corrupción y el cinismo que, siglos después, descubren los neo esclavistas de hoy: el tráfico de seres humanos es un negocio con una fuente inmensa de materia prima (obtenida con las guerras y las políticas de los distintos gobiernos).  Y la inversión de capital es mínima: sólo necesitas burocracia, crueldad y cinismo.  Y de eso hay abundancia en el Capital y en el Estado.

  Los llamados megaproyectos no derivan en desarrollo.  Son sólo los corredores comerciales abiertos para que el crimen organizado tenga nuevos mercados.  La disputa entre cárteles rivales no es sólo por el tráfico de personas y drogas, es sobre todo la disputa por el monopolio del cobro de piso en lo que se mal llama “Tren Maya” y “Corredor Transístmico”.  A los árboles y animales no se les pueden cobrar cuotas, en cambio sí a las comunidades y a las empresas que se asienten en esa otra inútil frontera en el sureste mexicano.

  Se asegura así el crecimiento de las guerras por el control territorial, en las que estará ausente el holograma del Estado Nación.

  Partir del criterio de que la violencia de lo que llaman “Crimen Organizado” es una anomalía del sistema, no sólo es falso, también impide entender lo que sucede (y obrar en consecuencia).  No se trata de una irregularidad, sino de una consecuencia.

  El objetivo es consensuado: el Estado quiere un mercado abierto (“libre” de intrusos -o sea de pueblos originarios-), y los otros quieren el control de un territorio.

  A imagen y semejanza de lo que se dio en llamar Capitalismo Monopolista de Estado, en el que el Capital esperaba que el Estado creara las condiciones para su implantación y desarrollo, ahora se trata de lo que los militares llaman una “maniobra de pinza”: ambos – Estado y Crimen Organizado-, atenazan un territorio, lo destruyen y despueblan, y luego entra el gran Capital a reconstruir y reordenar.

  Mienten quienes dicen que hay una alianza entre los gobiernos y el crimen organizado.  Así como no hay alianza entre una empresa y sus clientes.  Lo que hay es una simple -aunque costosa- operación mercantil: el Estado ofrece una ausencia y el cártel en cuestión “compra” esa ausencia y suple la presencia del Estado en una localidad, región, zona, país.  La ganancia es mutua entre vendedor y comprador, la pérdida es para quienes sobreviven en esos lugares.  “Quien paga o presta, manda”, es el añejo aforismo que “olvidan” los analistas y los “científicos sociales”.

 En cuanto a lo que se llama el “Crimen Organizado”, el Estado y el Capital hacen un cálculo equivocado (as usual): suponen que el empleado se va a sujetar a lo convenido.  Y no que va a operar por su cuenta.

  Como pasó con el aliento y creación de grupos paramilitares, que, como estaban formados por indígenas, se pensaba que se podían controlar.  Después de todo, se trataba de personas ignorantes y manipulables.  Y entonces Acteal.  Tienen razón las Abejas, la matanza de Acteal en 1997, con su crueldad y la impunidad consiguiente, fue sólo el preludio de la pesadilla actual.  El Estado piensa que los del llamado Crimen Organizado son sus sirvientes y van y vienen según se les indique o se le obligue.  Por esa creencia es que se llevan las sorpresas que padecen.

  Ahora, trate de responder esta pregunta: ¿Por qué en un estado federativo militarizado por 30 años, ahora florecen los cárteles y sus enfrentamientos con el beneplácito gubernamental de quienes invadieron el suroriental estado mexicano de Chiapas, alegando que evitaban así la “balcanización” de la república?  Sí, parece que el territorio mexicano está más fragmentado que nunca.

(Continuará)

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

El Capitán.
Agosto del 2024.